
¿Qué esperar de la semana de finales?
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Período de lectura
Generalmente, hay un “periodo de lectura” breve entre el último día de clases y el inicio de la semana de exámenes finales.
Puede durar de 2 a 7 días, dependiendo de la escuela.
Durante este periodo de lectura no hay clases.
El periodo de lectura es para que estudies lo que ya aprendiste, por lo que no se te asigna ningún trabajo nuevo.
Sin embargo, podrías tener que entregar ensayos o proyectos que te fueron asignados antes de que terminara el semestre que debes entregar en este periodo (o incluso, en la propia semana de finales). Por lo general, estos trabajos sustituyen al examen final.
Los profesores o sus asistentes probablemente ofrecerán horas de oficina o sesiones de repaso durante la semana de lectura. Aprovéchalas. A veces, te indicarán exactamente qué incluirán los exámenes y qué necesitas estudiar.
Semana de exámenes finales
La mayoría de las escuelas y universidades tienen semanas de finales al término de los semestres de otoño y primavera.
Se llevan a cabo DESPUÉS del último día de clases, así que no tendrás clases durante la semana de finales.
Algunas de tus materias, pero no necesariamente todas, incluirán un examen final durante la semana de finales.
Algunos profesores programarán el examen final de su materia el último día de clases y no durante la semana de finales. Esto se debería estar claramente definido en el plan de estudios y, probablemente, te lo recordarán.
Dado que los exámenes finales de algunas materias pueden ocurrir dentro del periodo de clases y algunas materias pueden contemplar proyectos finales o ensayos en vez de clases, la semana de finales de cada estudiante puede ser diferente.
Puede que algunos estudiantes no tengan ningún examen final y puede que otros tengan uno para cada materia, es decir cuatro o cinco exámenes.
No esperes tener mucho control sobre qué días serán tus finales. Tu final más difícil podría ocurrir el primer día de la semana de finales o el último. Podrías tener dos finales el primer día y uno al final del último día.
En la mayoría de las escuelas, si de pronto quedas con tres finales para el mismo día (lo que sería MUY raro), podrás pedir que te reprogramen uno. Habla con alguno de tus profesores para que te diga cómo iniciar este proceso.
En muchas escuelas es normal que nunca veas tu examen final calificado. Podrían no calificarlo hasta varios días después de que termine la semana de finales, cuando tú ya estés en casa para pasar el invierno o las vacaciones de verano. Si quieres ver tu examen, no dejes de pedírselo a tu profesor. Dependiendo de la escuela, podrían compartirlo o no contigo.
Cómo prepararse
Podría parecer que tus amistades que tienen menos finales sienten menos preocupación que tú por el estudio. Podrían pasar su periodo de lectura o su semana de finales de fiesta o jugando videojuegos. Y por su parte, tus amistades que tienen más finales que tú podrían volverse totalmente antisociales durante el periodo de lectura o la semana de finales. Ambos casos son típicos y ninguno debería afectar lo que TÚ quieres o necesitas estudiar.
Algunas escuelas en realidad posponen sus finales del primer semestre para DESPUÉS de las vacaciones de invierno. En este caso, será necesario desarrollar una rutina de estudio en casa; dependiendo de las dinámicas familiares, esto podría ser más o menos complicado. No dudes en pedir a tu familia que te ayude a cumplir tus metas de estudio.
La mayoría de los profesores ofrecerán algún tipo de guía de estudio o material de repaso para que te puedas preparar para el examen. Idealmente, te deberías proponer como meta aprenderte todo lo que incluye la guía de estudio. Si está en la guía de estudios, es esperable que esté en el examen final.
Algunos exámenes finales abarcarán todo el material que aprendiste durante el semestre; se les llama exámenes “acumulativos”. Algunos cubrirán sólo el material que viste desde mitad de semestre o desde tu último examen. En tu plan de estudios se debería indicar qué tipo de examen tendrás que presentar para cada materia. Si no, ¡pregúntale a tu profesor!
¡Sólo estudia el material que realmente necesites!
Dependiendo de la clase, podría ser útil revisar las presentaciones (si tu profesor las compartió), tus propios apuntes y/o el libro de texto.
Revisa qué tipo de preguntas incluyó tu profesor en los exámenes de medio semestre, los exámenes parciales y otras pruebas. Si lo que más te sirvió para esos exámenes fueron las presentaciones, probablemente serán también las más útiles ahora. Lo mismo aplica en el caso del libro de texto. Sólo tú sabes si tomaste apuntes de forma consistente durante el semestre, y sí ese fue el caso, lo mismo aplica entonces también con ellos.
No intentes sentarte frente a la computadora y los libros de texto durante 16 horas consecutivas al día. Te agotarás y serás menos eficaz. Come tres veces al día; trata de mantener tu horario habitual de sueño; haz un poco de ejercicio, aunque sólo sea una caminata. Los 90 minutos que dediques a tu alimentación y al movimiento de tu cuerpo serán más útiles que la 15va. hora de estudio.
Cómo aprovechar una sesión de estudio al máximo
Elige un lugar donde te puedas concentrar, ya sea en el silencio de una biblioteca o en el ajetreo de una cafetería.
Elimina los factores de distracción: coloca tu teléfono en silencio y mantenlo dentro de tu mochila.
Si trabajas bien con compañía, ¡busca estudiar con alguien! Pero asegúrate de que sean personas que sabes que se van a sentar a trabajar.
De vez en cuando, baja el ritmo y realiza algunas respiraciones profundas. Inhala hasta que tus pulmones se llenen y tu estómago se expanda, después exhala leeeeeentamente. Esto tranquilizará tu sistema nervioso autónomo y te ayudará a relajarte.
Divide tus tareas en partes pequeñas y fija metas razonables. Si para una clase, por ejemplo, necesitas aprender contenido de seis capítulos de un libro de texto, seis presentaciones complementarias y los apuntes de ocho clases, no planifiques estudiar todo eso en una sola sesión. ¿Tienes tiempo para tres sesiones de estudio hoy? Proponte dos capítulos para cada una.
Si eres alguien a quien le cuesta empezar, hazte consciente de ello y esfuérzate por superarlo. Utiliza estrategias que te ayuden a comenzar a estudiar, aunque eso signifique programar una alarma o prometerte que después te recompensarás.
Enfócate. No te pares cada 5 minutos para ir por agua, al baño, enviar un mensaje, hacer la lista de las compras, ver los resultados de un partido, revisar tus notificaciones de redes sociales, etc.
Si te está costando, intenta programar una alarma para dentro de 20 o 30 minutos, luego toma un descanso de cinco minutos. A veces, tener un tiempo límite con descansos programados te puede ayudar a enfocar tu cerebro.