
Sigues viviendo en casa durante la universidad y peleas con tus padres. ¿Qué puedes hacer?
Aunque la vida en los dormitorios universitarios puede ser divertida, quedarte en casa durante la universidad también tiene sus ventajas. Con tantos cambios, mantener algunas cosas constantes puede facilitar la transición a algunas personas, sin mencionar la cantidad de dinero que te ahorras. Pero, aunque sigues viviendo en la misma casa, con la misma familia, aún así habrá cambios en la dinámica. Puede que se tarden en encontrar un nuevo equilibrio y tal vez haya ciertos conflictos en el camino.
No sólo te pasa a ti
Lo primero que debes saber es que esto es MUY COMÚN: NO sólo te pasa a ti.
Estás en una etapa de la vida completamente nueva, con muchas nuevas responsabilidades y expectativas.
Y, sin embargo, sigues viviendo en tu casa de la infancia, durmiendo en la misma cama, comiendo alimentos de la misma cocina. ¡A muchas familias les cuesta encontrar su nueva normalidad!
Así que, ¿qué puedes hacer? En primer lugar, trata de resolver el problema al abogar por ti.
Resolución de problemas y comunicación
Supongamos, por poner un ejemplo, que tus padres te han estado reclamando porque pasas menos tiempo en familia o porque ya no comen juntos. Prueba las estrategias incluidas en Dialectal Behavior Therapy's DEAR MAN skill (del manual de DBT 2015, de la autora Marsha Linehan):
Describe los hechos. “Sé que sigo viviendo en casa, pero ahora tengo más cosas que hacer que cuando estaba en high school. Mis clases son más difíciles, tengo más tareas y estoy en un nuevo ambiente sin mis antiguas amistades. Necesito dedicarle más tiempo a mis obligaciones escolares y a crear mi vida social. Eso me deja menos tiempo para estar con la familia, pero ustedes se quejan porque no estoy en casa”.
Expresa cómo te sientes. “Me siento frustrada y enojada, porque mis calificaciones y la vida social son importantes para mí. También me parece injusto que se enojen conmigo por hacer las cosas que tengo que hacer. No es mi culpa que la universidad sea difícil, y siento como si ustedes me culparan de cosas que no puedo controlar”.
Defiéndete. “¿Podrían dejar de reclamarme por no estar en casa como antes, por favor?”.
Refuerza lo que que ellos obtienen a cambio. “Si dejan de reclamarme, prometo hacer tiempo para estar con ustedes una vez a la semana, todas las semanas, excepto cuando tenga exámenes semestrales o finales y tenga que estudiar. Podemos agendar una actividad familiar los domingos en la tarde”.
Enfócate en tu objetivo. No te distraigas. Repite lo que necesitas como un “disco rayado”. Muchos padres sufren en esta situación: les cuesta pasar menos tiempo contigo. Podrían decir cosas para apelar a tu sensibilidad, así que no pierdas de vista tu objetivo.
Muestra tu seguridad. Párate firme, utiliza un tono de voz seguro y mantén el contacto visual. Si sientes nerviosismo, practica antes de hablar.
Negocia. Si no puedes obtener todo lo que quieres, intenta conseguir al menos una parte. Quizá dirán que “prometen intentarlo”, en cuyo caso les puedes decir que vas a programar un plan increíble para hacer en familia ¡cuando lo logren!
¿Qué sigue?
Si esto no funciona, puede ser que necesites la ayuda de alguien fuera de la familia inmediata.
Habla con tu familia extendida. ¿Tienes tías, tíos, primos, primas, abuelos o amistades cercanas a la familia que te puedan apoyar? Pídeles que hablen con tus padres.
¿Qué hay de tu comunidad? ¿Perteneces a alguna iglesia u organización religiosa? ¿Tienes cercanía con otras personas de tu vecindario o de tu edificio? Involucrar a personas que tienen cierto liderazgo en la comunidad podría ser especialmente útil.
Esto será más efectivo si la otra persona trata de ser comprensiva con ambas partes. Puede validar lo que sienten tus padres y al mismo tiempo apoyarte en tus necesidades.
Pon algo de distancia
Si las cosas empeoran en vez de mejorar, date cuenta si es momento de hacer una pausa.
Como último recurso, ¿tienes amistades con quienes te podrías quedar? ¿Quizá algunos que vivan en el campus? ¿Alguien de tu familia extendida vive cerca?
Podría ser más fácil tener conversaciones difíciles con tus padres acerca de los límites cuando tienes la opción de irte. Sin embargo, esto podría alterarlos aún más. Considéralo antes de irte de casa. ¡Habla con otras personas y pídeles su opinión antes de intentarlo!